Bienvenidos a otra entrada de este blog en donde
compartimos nuestra pasión por los libros. El día de hoy discutiremos un
clásico de la literatura latinoamericana, “El coronel no tiene quien le
escriba”, del famoso escritor, Gabriel García Márquez.
“El coronel no tiene
quien le escriba fue escrita por Gabriel
García Márquez durante su estancia en París, adonde había llegado como
corresponsal de prensa y con la secreta intención de estudiar cine, a mediados
de los años cincuenta. El cierre del periódico para el que trabajaba le sumió
en la pobreza, mientras redactaba en tres versiones distintas esta excepcional
novela, que fue rechazada por varios editores antes de su publicación. Tras el
barroquismo faulkneriano de La hojarasca,
esta segunda novela supone un paso hacia la ascesis, hacia la economía expresiva,
y el estilo del escritor se hace más puro y transparente. Se trata también de
una historia de injusticia y violencia: un viejo coronel retirado va al puerto
todos los viernes a esperar la llegada de la carta oficial que responda a la
justa reclamación de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero
la patria permanece muda…”
Un dato curioso antes
de comenzar con la discusión sobre esta corta novela es que García Márquez la
considera su mejor obra, pero, al leerla cuidadosamente, el lector reconoce que
carece de las estructuras básicas de la literatura de García Márquez, como los
saltos en el tiempo y el realismo mágico. Tal como el autor expresó, uno de los
grandes temas de esta novela es el desasosiego, puesto en escena por el
constante anhelo del coronel por recibir la justa pensión como veterano de
guerra. El pobre coronel acude todos los viernes a la oficina de correos,
contra todo pronóstico, con la esperanza de que por fin llegará la carta del
gobierno…lo cual, el título nos anticipa, nunca ocurre. En este sentido,
considero que el autor ha logrado su cometido, ya que la situación del coronel
es tan desesperante y se denota tanto su esperanza, que ya comienza a
flanquear, que el lector no puede sino empatizar con el pobre hombre y rogar
porque el destino se apiade de él.
Otros de los grandes
tópicos de la historia es la renuencia a soltar aspectos de la vida que nos
traumatizan. Esto se ve en la incapacidad tanto del coronel como de su esposa
de dejar ir la idea de su difunto hijo, canalizada a través de un gallo que
heredaron de él. La pareja se encarga de cuidarlo y asegurar que esté bien
nutrido con la falsa excusa de que el gallo será su escapatoria de la pobreza
ya que pronto podrá competir en las riñas de gallos y los hará ganar mucha
plata. Sin embargo, esto pronto se convierte en un problema para ambos, ya que
gastan sus pocos ahorros en mantener saludable al gallo, sin preocuparse por su
propia salud. Este es otro aspecto que García Márquez ha logrado ilustrar de una
forma maravillosa. Hay algo en la naturaleza humana que nos impide dejar ir
ciertos acontecimientos, personas, cosas materiales, y eso se ve claramente
reflejado en la novela. A medida que el lector avanza en la lectura, se va
sintiendo cada vez más identificado con esta manía del coronel y de su
incapacidad de vender o regalar el gallo.
Como tercer aspecto
importante de la novela es la indiferencia del gobierno por sus ciudadanos. En
la época en la que fue escrita, esto era una problemática real donde el
gobierno dejaba afuera a las clases más pobres y no se preocupaba por ellas. Si
bien hoy en día, esto ha cambiado, la discriminación y la negligencia sigue
siendo un problema que afecta a las clases más bajas de la sociedad. Debo
reconocer que como escrito de denuncia, “El coronel no tiene quien le escriba”
logra poner en palabras una realidad tan cruda y malévola y, de esta forma,
concientizar sobre una problemática muy importante y que debería ser tratada
seriamente.
Si bien es una
realidad que los temas que se tratan en la obra son temas actuales,
completamente relacionables y muy profundos, y sin ánimos de ofender al genio
literario, la verdad es que no me gustó mucho la novela. A pesar de ser una
novela muy corta, me costó mucho leerla y llegar a terminarla. No sólo me costó
por el lenguaje que se utilizó en la escritura, sino que también me costó
porque le da muchas vueltas innecesarias a la historia y se vuelve muy densa y
aburrida por momentos.
En resumen, me
gustaron las temáticas que se trataron pero en sí la obra no me gustó por lo
que decidí darle una mala puntuación.
Bueno amigos, eso es
todo por hoy. Espero que les haya resultado interesante mi revisión de la
novela y les agradezco el tiempo compartido. Como siempre los invito a que
dejen en los comentarios su opinión sobre la obra y si tienen alguna sugerencia
en cuanto a próximas lecturas. ¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario